Si estás pensando en vender una propiedad, es fundamental tener en cuenta los gastos que conlleva y los procedimientos a seguir. Una gran parte de los costes suelen destinarse al pago de impuestos, lo que influye directamente en los beneficios finales obtenidos. Dado que hay muchos aspectos a considerar, en este artículo te explicamos cuáles son los impuestos que deberás pagar y qué debes tener en cuenta para vender con total tranquilidad.

 

Pasos previos a la venta de una propiedad

Antes de iniciar el proceso de venta, asegúrate de que toda la documentación del inmueble esté en regla. Esto no solo es necesario para cerrar la transacción, sino que también genera confianza en los posibles compradores. En este punto, probablemente tendrás que afrontar algunos gastos: escrituras de la propiedad, solicitud o renovación del certificado de eficiencia energética, cédula de habitabilidad, nota simple, etc. Además, recuerda que, si la propiedad tiene una hipoteca pendiente, deberás cancelarla registralmente.

Es importante realizar estos trámites con suficiente antelación para que el proceso sea lo más ágil posible. Una vez que tengas toda la documentación necesaria, llega el momento de continuar con la venta y cumplir con las obligaciones fiscales.

 

Impuestos sobre la venta de una propiedad

Entender cómo se calculan los impuestos y sus características te permitirá planificar mejor la transacción y evitar sorpresas. Los tres principales impuestos que tendrás que afrontar son el IRPF, la plusvalía municipal y, en algunos casos, el IBI.

IRPF

Si la venta genera una ganancia patrimonial, es decir, si la diferencia entre el valor de venta y el de adquisición es positiva, tendrás que declararla en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Para calcularlo, también se pueden deducir los gastos asociados a la compra y venta, así como las mejoras realizadas en la vivienda.

Los tipos impositivos aplicables sobre la ganancia patrimonial son progresivos y se distribuyen de la siguiente manera:
Hasta 6.000 euros: 19%
De 6.000 a 50.000 euros: 21%
De 50.000 a 200.000 euros: 23%
De 200.000 a 300.000 euros: 27%
Más de 300.000 euros: 28%

Es importante destacar que existen exenciones y reducciones aplicables en determinados casos, como la reinversión en una nueva vivienda habitual o para personas mayores de 65 años que vendan su residencia habitual.

Plusvalía municipal (IIVTNU)

La plusvalía municipal es un impuesto local que grava el incremento de valor del terreno durante el período en que ha sido propiedad del vendedor. Este impuesto lo pagan los vendedores y lo gestionan los ayuntamientos. La normativa actual permite elegir entre dos métodos de cálculo (valor catastral o ganancia real) para pagar la cantidad más favorable. En caso de que no haya habido ganancia, no será necesario abonar este impuesto.

Es obligatorio liquidar la plusvalía dentro de los 30 días hábiles posteriores a la venta.

IBI

El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) recae sobre el propietario del inmueble a fecha 1 de enero del año en curso. Sin embargo, es habitual que se prorratee entre comprador y vendedor según la fecha de la transacción. Esta condición debe acordarse e incluirse en el contrato de compraventa.

 

Tal como hemos destacado al inicio del artículo, vender una propiedad conlleva diversos gastos y obligaciones fiscales que pueden tener un impacto significativo en los beneficios finales. Por ello, es fundamental prepararse con antelación y contar con el apoyo de expertos que te guíen en cada paso. En Simm te ayudamos a gestionar y tramitar toda la documentación, a tasar tu inmueble y a encontrar al comprador ideal. Te acompañamos en cada etapa del proceso para que la venta sea un éxito. Ponte en contacto con nosotros.

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